Compre peruano (¿dónde?)
Por César Hildebrandt.

Yo también quiero comprar peruano. El problema es que me rompo la cabeza y sólo encuentro a Sapolio como ejemplo.
Es como si el Presidente dijera: "peruanos, ayuden a sus empresarios que ya no pueden colocar todas sus mercancías en el exterior; acabo de reparar en el hecho de que el Perú existe todavía y de que no era cierto que se lo había llevado un viento global".
nfermo mucho, ¿a qué farmacia voy a consumir productos peruanos? ¿A la chilena Fasa? ¿A la chilena Inkafarma? ¿O quizá en la chilena Wong encuentre lo que espero? ¿Si viajamos por la empresa chilena LAN, colaboramos? ¿O será mejor en la costarricense TACA?
Y si hablo mucho por teléfono, ¿hago patria? ¿Con la española Telefónica, o con Claro, con Néxtel, o sea Cortés y Moctezuma en brutal combate?
Y si tomo más cerveza, ¿a quiénes prefiero? ¿A los anglo sudafricanos de Cristal, Pilsen y Cusqueña? ¿O me pongo regional y elijo a los belga brasileños de Ambev? ¿O me pongo viajerazo y me tomo una Corona mexicana fabricada en Chile? ¿O ultramarino y me tomo una italiana Peroni fabricada en Lima por los anglo sudafricanos dueños de la Backus?
¿Comeré muchos helados Donofrio hechos por la suiza Nestlé? ¿O me bañaré más de la cuenta con jabón Lux o jabón Rexona del grupo anglo holandés Unilever?¿O me hincharé de Inca Kola, firma cuyo 60 por ciento de acciones fue comprado, en 1999, por The Coca Cola Company, que pagó 300 millones de dólares por la operación?
¿Los zapatos más baratos no están en Payless? ¿O en la checa Bata? ¿O me mudo a Arequipa para encender la luz y favorecer a la colombiana REP, que acaba de potenciar la línea Mantaro-Socabaya? ¿O le pido un autógrafo al lobista estadounidense PPK? ¿O envío un S.O.S. a la Apec?
¿Cómo colaboro con usted, doctor García? ¿Me voy a Collique a ver cómo han extraído los chilenos y su amigo Pepe Graña el busto de Quiñones mientras mastico un chocolate Costa?
Doctor García: usted es redundante. Eso de "compre peruano" ya se lo había dicho usted antes a sus amigos chilenos. Ahora es un poco tarde como mensaje "de bandera", señor Presidente. Porque para dar mensajes de bandera hay que creer en la propia.
Reflexiones:
- Al margen de cualquier posición política, el artículo nos pone a meditar en el espacio comercial en que vivimos los peruanos y lo que debemos hacer para mejorar tal situación pues si tomamos literalmente lo que dice el periodista entonces: no comería, no me vestiría y debido a que no como me enfermaría, peor no debería enfermarme porque no tendría donde comprar mis medicinas; en este punto solo nos quedaría sobrevivir visitando únicamente Gamarra, el mercado del barrio y la botica más cercana a la casa, que en líneas generales la procedencia de sus medicamentes es algo cuestionable.
- Estoy convencido, que los peruanos podemos mejorar la situación en primer lugar dignificando los procesos políticos nacionales eligiendo en primer lugar a gente idónea, para que éstas a la vez propongan gente de igual índole; no olvidemos que el mejor partido político es la nación misma.
- Por otro lado la inversión privada no es dañina al contrario beneficia a la población; la idea es que nosotros planteemos también un proyecto geopolítico y dejémonos de quejarnos. El cambio parte por uno mismo; en tal sentido los periodistas empiecen por dignificar su profesión y dejar de ser el principal medio de presión de intereses particulares; los abogados dignifiquemos nuestra profesión.
- Sin embargo, es innegable que hay un patriotismo barato e irracional, pero también existe el patriotismo inteligente que apuesta por el Perú. El sociólogo Francisco Durand sostiene que la historia del Perú sería distinta si el empresariado peruano tuviera ese segundo tipo de patriotismo en la sangre. En entrevista con el diario la república[1] admite que la venta de Wong fue inevitable. Pero también sostiene que el empresariado peruano es débil.
- A diferencia de quienes creen que el capital no tiene nacionalidad y que las inversiones son bienvenidas vengan de donde vengan, Durand es más crítico. El empresario nacional preocupado por el Perú trabajará, según Durand, con otras empresas nacionales y reinvertirá en el Perú, mientras que el inversionista extranjero se llevará sus ganancias a casa.
- El creyente en la fuerza reguladora del libre mercado rechazará tal vez la crítica de Durand. Mientras el Perú sea un país económicamente atractivo el inversor extranjero estará interesado en seguir invirtiendo en el Perú, al igual que el peruano. Según esta lógica el Perú no ganará con empresarios nacionales, sino con aquellos que estén dispuestos a invertir más, sean peruanos, chilenos, o chinos. Pero el argumento de Durand es más complejo y refinado. Él no dice que la inversión extranjera es mala o directamente nociva. Su tesis afirma, en cambio, que de tanta inversión extranjera nos estamos olvidando de formar el Perú que nosotros, los peruanos, queremos.
- Finalmente haciendo una analogía entre los sectores empresariales más poderosos tanto chilenos como peruanos, podemos sin lugar a dudas establecer que en ambos existen miembros de tendencia política de ultraderecha; sin embargo la diferencia esencial es que la Derecha Chilena es nacionalista, mientras que la peruana no.
[1] Leer www. Perupolitico.com
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